Ernest Hemingway, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, dejó una huella imborrable en Cuba, un país al que llegó a amar profundamente y considerar su hogar. Su estancia de más de dos décadas en nuestra isla caribeña no solo inspiró algunas de sus obras más emblemáticas, sino que también consolidó su relación con el pueblo cubano y sus paisajes. La ruta de Hemingway en La Habana te invita a recorrer los lugares que marcaron su vida y obra. Visitarás desde los acogedores bares donde se refugiaba a escribir, hasta las tranquilas costas que inspiraron sus relatos más célebres. Este recorrido no solo te permitirá acercarte a la figura del Nobel de Literatura, sino también a la vibrante cultura cubana que tanto lo fascinó.
En una ocasión expresó con relación a Cuba:
«Amo este país y me siento como en casa; y allí donde un hombre se siente como en casa, aparte del lugar donde nació, ese es el sitio al que estaba destinado»
Cojímar

Arribó a Cuba por Cojímar, al este de La Habana, el 1ro de abril de 1928. Lugar donde conoció al pescador Gregorio Fuentes, su amigo entrañable y patrón de su célebre yate «Pilar» hasta el último de sus días. Sus anécdotas inspiraron la obra «El viejo y el mar» que le valió para recibir los premios Pulitzer en 1953 y el Nobel de Literatura en 1954.


El Hotel Ambos Mundos

Fue el primer hogar de Hemingway en Cuba, hospedado en la habitación 511 en la década de los 30’s. Convertida hoy en museo, destacan objetos como su mesa de trabajo y su librero. Además, se muestra cada año una exposición de un tema determinado de la vida de Hemingway. En este lugar escribió parte de tres novelas: «Muerte en la tarde», «Las verdes colinas de África» y «Tener y no tener».


Bar El Floridita

Hemingway solía pasar cerca de 5 horas en el sector izquierdo de la barra. Le gustaba beber una variante de Daiquirí elaborada por él mismo, conocida hoy como «El doble papa». El escultor José Villa Soberón lo inmortalizó en una estatua de bronce a tamaño real sentado en su misma banqueta. Desde que abre el lugar, se coloca frente a la estatua un daiquirí para homenajearlo.


Finca Vigía

Ubicada en el poblado San Francisco de Paula, fue comprada por Hemingway en 1940 y en este lugar escribió dos de sus novelas más célebres: «Por quién doblan las campanas» y «El viejo y el mar». La casa principal con forma de torre tiene en la cima su estudio con una hermosa vista de la capital cubana. Actualmente es un museo en el que se encuentran todos sus objetos y pertenencias tal y como los dejó. Podrás observar el bungalow-garaje, la piscina y pérgola, el pabellón del yate Pilar y el cementerio de las mascotas del escritor.




La Marina Hemingway

Sede actual del Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway, en el que participó en sus inicios y contribuyó a redactar su reglamento, pues era vicepresidente de la Asociación de Pesca Deportiva Internacional. En este lugar, en 1960 durante la celebración de la oncena edición del torneo, se encontraron por primera y única vez Hemingway y Fidel Castro.


El legado de Ernest Hemingway en Cuba va más allá de su producción literaria; es una muestra de la profunda conexión entre un escritor y su entorno adoptivo. Sus andanzas por Cojímar, su estadía en el Hotel Ambos Mundos, sus largas horas en el bar El Floridita, y su vida en la Finca Vigía, todos estos lugares atestiguan la influencia de Cuba en su obra y vida personal. Al seguir los pasos de Hemingway en La Habana, no solo revivirás sus experiencias, sino que también apreciarás el impacto cultural y emocional que este país tuvo en él.
Su declaración de amor por Cuba, al donar su Premio Nobel a los pescadores de Cojímar, refleja su sentimiento de pertenencia y gratitud. En una entrevista expresó:

«Este es un Premio que pertenece a Cuba, porque mi obra fue pensada y creada en Cuba, con mi gente de Cojímar, de donde soy ciudadano. A través de todas las traducciones está presente esta patria adoptiva donde tengo mis libros y mi casa»
Así, la ruta de Hemingway en La Habana se convierte en un viaje que entrelaza literatura, historia y el espíritu indomable de una isla que cautivó a uno de los grandes escritores de todos los tiempos.
Cada año se realiza en Cuba la fiesta de la pesca deportiva más antigua del Caribe: el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja «Ernest Hemingway». Si quisieras participar o visitar la Marina Hemingway te recomendamos hospedarte en esta hermosa casa:
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